lunes, 20 de junio de 2016

Amor engañado

Ella era una formidable secretaria. ¿Pero qué hacía pensar a los hombres que su buena voluntad para el trabajo significaba que estaba también dispuesta a compartir la cama con ellos?
Más de una vez los verdes ojos de Keri, su cabellera rojiza, y su cuerpo sensual le habían hecho perder un buen trabajo. Pero ahora ella se sentía segura. Ella aparentaba eficiencia pura, cubierta por una caparazón de hielo.
Hasta que Dain la obligó a salir de su acogedora oficina para llevarla a las lujosas "suites" de él. Bastó una mirada para que ella comprendiera el peligro en que se encontraba. Bastaría el contacto con sus manos fuertes y acariciadoras para que el disfraz cayera, para disolver el hielo y para penetrar en su obstinado corazón.

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