sábado, 23 de julio de 2016

Perseguida por su pasado



Un oscuro pasado se interponía entre ellos…
Cuando el sheriff Mace Sheridan acudió a la escena del crimen, no sólo encontró pruebas reveladoras, sino también a una hermosa mujer atrapada en su propio infierno. Nicole Ferris, camarera de un pequeño pueblo, no quería recibir ayuda de nadie, pero el afán protector de Mace lo urgía a llevársela a su rancho.

A Mace no le gustaba que Nicole evitase responder las preguntas sobre su vida privada. Sin embargo, deseaba asegurarle que con él estaría a salvo, sin importarle los secretos que tuviera. Cuanto más avanzaba Mace en la investigación, más conscientes eran él y Nicole de una terrible verdad… El pasado nunca se podía dejar atrás. ¿Les impediría eso tener un futuro juntos?

Compañías Peligrosas



El hijo de Anya necesitaba seguridad… Y él podía darle eso…Y mucho más.
Anya Bouchard Parrish era una madre soltera que vivía con su hijo en una institución donde el pequeño recibía una educación privilegiada. Todo parecía encajar en su sitio. Sin embargo, Anya jamás se había sentido más inquieta… Y más atraída hacia un hombre que cuando estaba con Roman Alexander, el guapísimo ejecutivo que no dejaba de observarla. Además, Anya no podía quitarse de la cabeza la sensación de que le ocultaba algo.

Roman Alexander tenía una misión secreta: Proteger a Anya. Trabajando de incógnito en aquella corrupta organización, trataba de atrapar a sus compañeros y al mismo tiempo ayudar a Anya y a su hijo a escapar. Lo que no entraba en sus planes era la inevitable atracción que los unía…

El precio de la inocencia



Cuando aquello hubiera acabado, ambos tendrían que pagar un precio que jamás habrían imaginado…

Lisa Bond se había deshecho de las ataduras del pasado y ahora era una importante empresaria por derecho propio.

Constantino Zagorakis había salido de los barrios más pobres de la ciudad y, a fuerza de trabajo, se había convertido en un millonario famoso por sus implacables tácticas.


Constantino le robaría su virginidad y, durante una semana, le enseñaría el placer que podía darle un hombre de verdad…

Lo que el destino nos depare



La joven se despidió de su pequeño pueblo canadiense y se marchó a Europa. No sabía lo que el destino le depararía. El hecho de aceptar el puesto de secretaria de un famoso guionista y viajar a Yugoslavia, parecía sugerir toda una gama de posibilidades… incluso el amor. Pero Billie no tardó en darse cuenta de la imposibilidad de amar a su jefe, Neil Sutherland. Él se negaba a considerarla como algo más que la extensión de una máquina de escribir. Se trataba de un jefe exigente, perfeccionista y… frío como el hilo.
Sin embargo, era un hombre apuesto, misterioso, irresistible y… casado.

Hijo del deseo



Diez años atrás, Rachel y Stephen habían mantenido una relación cuyo resultado fue Jamie. Por motivos personales, Rachel le había contado que Jamie era hijo de otro hombre. Pero cuando al final reconoció ante Stephen que él era el padre, éste no quiso creerlo. Estaba convencido de que era una mujer taimada y calculadora que haría cualquier cosa para conseguir lo que quería... y daba la impresión de quererlo a él.

Marcada por el destino



Leah Spencer creía haber escapado al pasado. Ella y los niños habían empezado una nueva vida en Galveston Island. Pero cuando su jefe anunció que alguien había estado robando dinero a la compañía, la historia volvió a repetirse…

Todos la consideraban la principal sospechosa, sobre todo el detective Leo Garvey. Pero se había fijado en ella como mujer, y era consciente de que intentar resistirse a sus encantos o a su potente masculinidad era como desafiar al destino…

En busca del futuro



Phoebe Hawley tenía mucho orgullo y un carácter muy fuerte, y estaba contenta de ello. Al fin y al cabo, el atractivo físico no iba a ayudarla a encontrar un hogar para su familia. Cuando Phoebe puso los ojos en Gage Morgan, no tuvo más remedio que reconsiderar su actitud. Para cazar a un hombre como él, no tenía más alternativa que contonear las caderas.

¡Pero le cazaría! Gage tenía todo lo que ella había soñado: un cuerpo fuerte y atlético, los labios más sensuales que había visto en su vida… y espacio suficiente en su casa para su madre, su padre, Erlene, Willie-Boy y Maydean.