lunes, 30 de noviembre de 2015

Perfectos extraños

Fue como si nunca se hubieran conocido. Para Zoe, los recuerdos de su amor eran preciosos; pero, desde el accidente, Ross no la recordaba, ni siquiera se daba cuenta de que existía. Pese a la oposición de los padres de él, Zoe sabía que su única oportunidad para ser feliz era enfrentarse a Ross. El empleo en la exuberante isla de Mariposa, donde seguramente se encontraría con Ross, fue una jugada desesperada.

¿Qué haría Zoe si él no la reconocía? ¿Y por qué se había vuelto él tan cínico?

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