Catriona ya vivía con
dificulta en la pequeña isla de Shetland antes de la llegada de Brett Simons.
Si al menos su hermano Magnus no hubiera permitido que la compañía de Brett
hiciera una exploración en el lugar... ¡ni le hubiese dejado utilizar su casa
como hotel!
Pero Catriona no se atrevía
a oponerse a los deseos de su hermano. Un terrible accidente lo había
destrozado y ese proyecto pareció inyectarle vida de nuevo.
Sin embargo, la estadía de
Brett en su casa ponía en peligro la salud mental de Catriona, pues él quería
más, mucho más de lo que ella podía darle...
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