Max
Jardine se comportaba siempre con Gemma como un hermano mayor, mandón y
autoritario. Salvo una noche, cinco años atrás... una noche de la que no habían
vuelto a hablar hasta que Gemma se mudó al remoto hogar de Max, en el corazón
de Australia, para ayudarlo a cuidar de la hija de una amiga.
La
imagen del atractivo y terco ganadero con un bebé en brazos confundía a Gemma.
Del mismo modo que verla a ella como una mujer hecha y derecha alteraba a Max.
Y la tensión aumentó cuando, finalmente, se enfrentaron al pasado...