Él encontró algo mucho más dulce que la
venganza.
Carla Nardozzi, campeona de patinaje artístico,
había perdido la virginidad con el aristócrata Javier Santino. Afectada por una
tragedia familiar, se entregó a una apasionada noche de amor. Pero, a la mañana
siguiente, se asustó y huyó a toda prisa.
Tres años después, las circunstancias la
obligaron a pedirle ayuda. Javier, que no había olvidado lo sucedido, aprovechó
la ocasión para vengarse de ella: si quería salvar su casa y su estilo de vida,
tendría que convertirse en su amante.