Annie no daba crédito a la
afirmación de Dominic Carlyle. ¿Cómo era posible que fuera su marido? ¿Cómo
podía haberlo abandonado y haber olvidado todo acerca de él y de su matrimonio?
Para refrescarle la memoria,
Dominic insistió en que se fuera a vivir con él. Annie se sentía
misteriosamente impulsada a aceptar, obsesionad con un sueño en el que un
hombre le hacía el amor de una forma apasionada... un hombre exactamente igual
a Dominic.
No hay comentarios:
Publicar un comentario