Christa Bellingham quizás
diera la impresión de ser demasiado directa e independiente, pero había
aprendido por las malas que no se debía confiar en los hombres, especialmente
en aquellos como Daniel Geshard, cuyo encanto y labia los hacía muy peligrosos.
Él pensaba que el cinismo de
Christa era un disfraz, y que podría enseñarle a confiar en los demás.
Daniel parecía muy sincero,
¿pero no tenía mucho que ganar económicamente si llegaba a convencerla?
Christa no tenía la más
mínima intención de dejarse engatusar...
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