James
se había sometido a sus deseos y ahora pretendía imponerle sus condiciones a
ella.
Jacquie,
desafiando la voluntad de sus padres, había abandonado el hogar y se encontraba
desorientada y sin recursos en Tombstone, Arizona.
A
James Barnett no lo conmovieron sus ardides, así que la joven no tuvo más alternativa
que ponerse en sus manos. ¿Podría pagarle el precio que él exigía, sacrificando
su inocencia y dignidad?
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