El famoso Nikos Katrakis
andaba en busca de una nueva amante cuando, de repente, la heredera Tristanne
Barbery se ofreció voluntaria. ¿Podían ser tan fáciles de conseguir placer y
venganza?
Tristanne sabía que no debía
jugar con fuego, y menos con un hombre de tanto carisma como Nikos Katrakis.
Sin embargo, a pesar de que sabía muy bien a lo que se exponía, no tenía
elección.
Para sorpresa de Nikos,
Tristanne no era la chica débil, dócil y casquivana que había creído, y pronto
sus planes de venganza empezaron a desmoronarse como un castillo de naipes.
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