Desde adolescente,
Angie había amado a Enrique de Soto. Ahora que estaba ciego, ella había ido a
la isla donde él vivía para ser su enfermera. Si esperaba que esta vez él
correspondiera a su amor, ¿quién podía culparla?. Pero todo parecía indicar que
Enrique estaba demasiado amargado para amar a una mujer.
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