¿Quién
era el padre de aquel bebé?
Max Rolland, un millonario de
Manhattan, rehuía las relaciones… hasta que Julia Prentice, una aventura de una
noche, apareció embarazada. Julia, una joven de sangre azul, era una corderita
de día, pero se convertía en una leona en el dormitorio.
Cuando se presentó de improviso en
la puerta de Max, éste supo que el bebé no podía ser suyo, pero le propuso matrimonio
de todos modos. Por un año. Él conseguiría el heredero que buscaba y una
compañera de cama muy sexy. Pero antes de que se secara la tinta del acuerdo
prematrimonial, Max empezó a preguntarse si no quería algo más de Julia que ese
contrato tan frío.
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