La
experiencia le había enseñado a buscar defectos hasta en un hombre tan perfecto
como aquél…
Después
de superar tantas tragedias, Meredith Malone tenía algo que celebrar: el haber
traído al mundo a una preciosa niña. Por fin había cumplido su sueño de ser
madre, aunque la pequeña Anna fuera de una raza diferente a la suya.
Escapando
del torbellino que había provocado el evidente error de la clínica con el
donante de esperma, Meredith acabó en los brazos de Justin Weber. El atractivo
abogado llenaba sus días... y sus noches con una pasión que jamás había vivido.
Pero, ¿por qué tenía la sensación de que, detrás de su naturaleza reservada,
ocultaba algún secreto?
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