Un
hombre sin escrúpulos se valió de los sentimientos de Cherry para proteger su
propia reputación.
Bon
gré, mal gré… ¡Nos guste o no! El ancestral y arrogante lema de Lucien hacía
eco en la mente de Cherry, cuando ella pasó a formar parte del jet set y se vio
acosada por un duque mujeriego. Cherry tembló en su angelical inocencia.
Lucien
despertó en ella emociones desconocidas que la inducían a responder con ardor a
sus caricias.
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