Aquel
hombre intrépido e irresistible tenía dos debilidades: su hija y la madre de
ésta.
Sólo
con ver a la pequeña que Kaylee Simpson tenía en sus brazos, Colt Wakefield
supo que era hija suya. Su obligación era ayudarlas, así que las llevó a su
rancho. El problema era que pasar noche y día con la bella Kaylee le había
hecho darse cuenta de que aquella mujer seguía desatando toda su pasión. Por
mucho esfuerzo que ella hiciera para resistirse al deseo, Colt estaba dispuesto
a hacer cualquier cosa para recobrar su confianza y convencerla de que se
quedara a su lado para siempre.
Muchas gracias, preciosa.
ResponderEliminarBesos, Mariad.