La irresistible atracción
que sentía por su jefe hizo que se dejara seducir por él ¿Qué hacía la foto de
su becaria en la página web de una agencia de señoritas de compañía? Bastian
Christou no sabía qué le sorprendía más, si su doble vida o su impresionante
foto. ¡Había mantenido bien ocultas sus fantásticas curvas! Él necesitaba
mantener a raya a su exprometida, y Emmie Marshall podía ser la mejor
protección que el dinero podía comprar. Emmie se indignó cuando Bastian, su
intransigente jefe, se enfrentó a ella. No tenía ni idea de que su foto
aparecía en Internet. Pero el cheque que él había dado había sido cobrado y
reclamaba sus servicios, que incluían un fin de semana en Grecia… a solas con
ella.
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