Más allá de la culpa
Serena Scott sabía que
Finn St George solo podría causarle problemas. Era un hombre impresionante y
uno de los mejores pilotos del mundo, sí, pero estaba empeñado en matarse y
ella tenía que volver a encauzarlo.
A Finn le encantaba ser un playboy. Al fin y al cabo, disfrutar de mujeres bellas era mucho más placentero que aferrarse a su amargo pasado, pero Serena se resistía a sus encantos y eso hacía que hubiese entre ambos una batalla de deseos. ¿Lograría ella domarlo, o se vería enredada en el sensual poder de su atracción?
A Finn le encantaba ser un playboy. Al fin y al cabo, disfrutar de mujeres bellas era mucho más placentero que aferrarse a su amargo pasado, pero Serena se resistía a sus encantos y eso hacía que hubiese entre ambos una batalla de deseos. ¿Lograría ella domarlo, o se vería enredada en el sensual poder de su atracción?
Más allá de la venganza
Su ansia de venganza se transformó en ansia de pasión.
Durante más de una década, Nicandro Santos, heredero de una famosa firma de
diamantes, había vivido con el único propósito de infiltrarse en Q Virtus, un
club exclusivamente masculino, y arruinar a su líder, Zeus.
Lo que Nicandro no sabía era que Olympia Merisi, la hija de su enemigo, era
quien estaba al mando. Olympia tenía sus motivos para mantener a Nicandro
cerca, y no estaba dispuesta a detenerse ante nada para proteger lo que era
suyo. Pero ¿qué sucedería si el frente de batalla se difuminara y se adentraran
en un terreno más peligroso… y sensual?
Reputación
dañada
La delgada línea que separaba los negocios del placer no tardó en
desaparecer...Cuando sorprendieron a la diseñadora Eva St George, a la que los
medios consideraban salvaje y desvergonzada, con el magnate Dante Vitale, la
noticia no tardó en aparecer en la prensa. Con una incipiente reputación que
salvaguardar, ¿cómo podía negarse Eva a la estrategia que Dante le propuso para
salir del paso? Desgraciadamente, la solución no era separarse, sino seguir
juntos...El único interés del despiadado italiano eran los negocios. Si podían
convencer a la gente de que estaban verdaderamente enamorados, ambos podrían
aún conseguir lo que deseaban…
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