Cuando tan solo
faltaban cuatro días para la boda de Tessa, Isaac Masters volvió a casa. El
hombre con el que siempre había pensado en casarse se había labrado un porvenir
excelente, poseía una gran seguridad en sí mismo y era, además, tremendamente
atractivo. Cuando durante el ensayo de la ceremonia Isaac sustituyó a Paul, el
prometido de Tessa, un hombre más de fiar pero indudablemente egoísta, ésta
comprendió que se iba a casar con la persona equivocada.
Tessa debía enfrentarse
a la decisión más importante de su vida: ¿debía casarse con Paul o arriesgarse
a cancelar la boda con la esperanza de que Isaac tuviera algo que proponerle?
No hay comentarios:
Publicar un comentario