Laura Goodman tenía que
organizar la despedida de soltera de su mejor amiga, y tenía ciertas
responsabilidades. Entre ellas, elegir el entretenimiento más importante de la
velada ¡un stripper! Alto, fuerte y moreno, el hombre que había escogido
prometía. Pero a la hora de la verdad, no parecía que tuviera muchas ganas de
quitarse la ropa…
¿Podría ser porque
Laura había cometido un pequeño error? Había contratado a Nick Farrell, un
hombre respetable, padre de dos niñas y sin compromiso. Para él, quitarse la
ropa en público era algo poco factible. Aunque si Laura quisiera, estaría
dispuesto a desnudarse sólo para sus ojos.
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