Poseo
tu empresa. Te poseo a ti.
Cada
vez que Elle St. James miraba a aquel hombre que había considerado de su
familia, se enfurecía. Apollo Savas había destruido la empresa de su padre de
forma despiadada, pero ella aún mantenía el último pedazo.
Elle
estaba decidida a detener a su hermanastro, que además de ser su peor enemigo
también era su fantasía sexual. Aunque prohibido, su deseo era mutuo y dio
lugar a una noche ilícita de placer que dejó a Elle con consecuencias para toda
la vida.
Había
quedado atada a Apollo para siempre. ¿Nueve meses sería tiempo suficiente para
que Elle perdonara a ese griego avasallador?
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