¿Destinado
a ser esposo y padre?
Monte DeAngelis había
regresado a Ambria con el fin de reclamar su trono… y a la única mujer que le
estaba vedada. Comprometida en contra de su voluntad a casarse con el enemigo
de Monte, la inocente Pellea no había olvidado los momentos pasados en brazos
de Monte del que, además, ¡estaba embarazada! Monte siempre había pensado que el
amor no tenía cabida en su mundo, pero el
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