—Usted
está en deuda conmigo —dijo él, aprovechándose de su suerte—. El precio es una
cena.
Era
evidente que ellos nunca se pondrían de acuerdo. Primero, él irrumpió en su
oficina sin imaginarse que Jacee podía ser una mujer hermosa. Después se
apareció con sus esquíes acuáticos en un lago en las montañas.
Jonathan
estaba dispuesto a acusarla de evasora de impuestos y enviarla a la cárcel si
ella no aceptaba sus exigencias.
Pero,
¿por qué la temperatura de ella aumentaba al estar cerca de él?
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