La joven se despidió de su pequeño pueblo canadiense y se
marchó a Europa. No sabía lo que el destino le depararía. El hecho de aceptar
el puesto de secretaria de un famoso guionista y viajar a Yugoslavia, parecía
sugerir toda una gama de posibilidades… incluso el amor. Pero Billie no tardó
en darse cuenta de la imposibilidad de amar a su jefe, Neil Sutherland. Él se
negaba a considerarla como algo más que la extensión de una máquina de
escribir. Se trataba de un jefe exigente, perfeccionista y… frío como el hilo.
Sin embargo, era un hombre apuesto, misterioso, irresistible
y… casado.
Creo que nunca he leído nada de esta autora, al menos, no lo recuerdo.
ResponderEliminarPero me ha gustado el argumento.
Muchas gracias, Malu querida.
Besos, Mariad.
Hola no puedo descargar esta novela me pueden ayudar gracias besos desde panama
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