"Ahora
eres mía, Jessie. Siempre serás mía".
En
alguna oportunidad, esas eran las palabras que Jessica ansiaba escuchar. El
cumplimiento de todos sus sueños. ¡Qué estúpida había sido…! una ingenua
escolar que creyó que Steve era "un hombre de mundo".
Ahora
ya no era tan tonta. Era toda una mujer. Hermosa, inteligente, una profesional,
y de las mejores. Inesperadamente había vuelto a aparecer Steve en su vida. Con
fortuna, hombre poderoso, y que la deseaba. No había cambiado su cabello color
miel, su tostada virilidad. Pero en sus ojos había una mirada de malicia.
¿Dónde estaba ese muchacho con los ojos alegres, que había roto su corazón?
¿Era capaz ella de evitar darle una nueva oportunidad?
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