Charlotte
Chandler se entregó en cuerpo y alma a su guapo amante, pero sus sueños se
hicieron pedazos cuando descubrió la verdad… el italiano que la había seducido
era el despiadado magnate Riccardo di Napoli. Para entonces, el daño ya estaba
hecho…
Riccardo
no había podido perdonar a aquella inglesita y no comprendía por qué
desconfiaba de él. Charlotte sabía que, en cuanto se enterara de que estaba
embarazada, nada detendría a Riccardo hasta hacerse con su hijo… y con ella como
esposa.
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