El millonario Raoul
Benoit permitió que Alexis Fabrini, la mejor amiga de su difunta mujer, se
convirtiera en la niñera de su hija solo por una razón: la bebé merecía amor y
atención. Él no lo merecía… porque tenía que pagar por sus pecados, lo que
significaba mantenerse lejos de Alexis, por mucho que la deseara.
Lo menos que Alexis
podía hacer era ayudar con la niña. Pero no podía meterse en la cama de Raoul.
Había vivido con un amor no correspondido durante demasiado tiempo… ¿qué
importaba un poco más?
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