Era
un hombre que no se parecía a ningún otro que ella hubiera conocido...
Juliet
Hammond necesitaba dinero desesperadamente, por lo que accedió a ayudar a un
viejo amigo a cambio de una recomendación para conseguir un trabajo. Pero quizá
fuera el mayor error de su vida...
Juliet
empezó a sospecharlo al conocer al guapísimo italiano Raphael Marchese. Entre
ellos surgió una inmediata atracción, pero por culpa del juego en el que había
aceptado participar, Rafe la despreciaba porque la creía una cazafortunas y
además daba por hecho que estaba comprometida con otro hombre.
La
tensión no hacía más que aumentar y, cuando por fin estalló la pasión, Rafe le
hizo el amor apasionadamente... pero no había cambiado la idea que tenía de
ella...